miércoles, 19 de enero de 2011

16 de enero de 1811

Carta del doctor Manuel Felipe de Molina al doctor Antonio Alvarez de Jonte, avisándole que por la ausencia del Dr. M. Moreno, la Junta le había encargado la correspondencia con él. Formula consideraciones acerca de las funciones que tocan a un negociador.

Señor Doctor Don Antonio Alvarez de Jonte.
Santiago de Chile
Buenos Ayres, Enero 16 de 1811_
Muy Señor mio: por la ausencia del Secretario de esta Junta Doctor Don Mariano Moreno se me há encargado por ella siga con la correspondencia de Usted. Al efecto tengo á la vista todas sus cartas á dicho Secretario, y otros Papeles que le remitio Usted en diferentes ocasiones. Parece que no llevaría copiador de las que el dirigía á Usted ni de las instrucciones que és regular se le hayan comunicado para el desempeño de su comision; por que nada de esto me há pasado; á excepcion de un borron, sin fecha, ni encavezamiento de cierto tratado de amistad, y alianza, comprendido en seis capitulos, que por la ultima de Usted de 24,, de Diciembre del año proximo, infiero haberle remitido con la de 1º del mismo, cuyo recibo le acusa.
Por el contexto de su referida del 24.., hemos visto con agrado, que las diferencias y pretensiones encontradas de esos Señores Vocales sobre los nombramientos de comandantes, que empezaron á turbar la quietud publica de esa Capital segun anunciaba Usted por la del 10.., hán terminado felismente y el Pueblo se halla restablecido á su antiguo estado de tranquilidad, y reposo. Debiendo, como debe sér nuestra amistad con ese Govierno, sincera, pura, y generosa, y siendonos por otra parte verdaderamente interesantes sus relaciones, nunca podemos, ni debemos vér con indiferencia qualesquiera contrastes que sean capaces de alterar su constitucion, y felicidad. Y asi me parece, que en el interes que Usted tomó, luego que advirtio levantarse la llama de la discordia, en sofocarla, y sostener la union, y feliz armonia que tanto importa á los Pueblos, por los medios politicos, y urbanos, que indica Usted en su citada del diez; há llenado sin duda uno de los deberes mas sagrados de la amistad, que este Govierno profesa generosamente á ese: al paso que siendo tambien uno de los objetos principales de un Negociador, el ganar en favor de su Nacion la voluntad de aquella cerca de la qual és embidiado, se dexa vér muy facilmente la delicada politica de Usted; por que unos oficios semejantes no podrán menos que grangearnos la confianza, y afecto de ese dicho Govierno, y de todo el Pueblo de Chile.
Haviendo tocado este punto no puedo excusarme de decir á Usted francamente mi Sentir en orden á esas cosas de palisas y de poner en choque las pasiones, etc., etc. Mis observaciones, Serán muy sencillas y aunque tal vez no falte quien las califique de vulgares, no por esto me retraeré de indicarlas á Usted confesando con ingenuidad que és muy pobre ó ninguna mi politica para ser capaz de alianzar los secretos de esas medidas. El objeto mas esencial de su mision á esa, con el caracter de Enviado de esta Junta, és precisamente el mantener una buena amistad entre ambos Goviernos, y procurar apartar quanto pueda alterarla. ¿Quien podrá no conocer los riesgos que contra este designio ofrece aquella conducta? Lo mismo digo con respecto al otro objeto, indicado yá, de ganar a favor de nuestro Govierno la voluntad y afecto de ese, y de todos sus habitantes.
Además de esto, yo estoy persuadido que nosotros no tenemos que mesclarnos en la economia interior de ese Govierno. Cual quiera que sea su política en no faltando a nuestras relaciones y tratados, si los celebramos, todo lo demas parece que ni debe darnos cuidado, ni debe ocupar nuestra atencion: ellos son libres para constituirse acomodandose á sus circunstancias; y en mi concepto ni és justo, ni és politico que querramos darles la Ley, ó amoldarlos en todo á nuestras ideas. Esto puede excitar los zelos, ó á lo menos el desagrado; y nosotros queremos con sinceridad su alianza y amistad, governandose ellos para sus Leyes, y nosotros para las nuestras. No entienda Vuestra Merced que esto és prescrivirle nuevas reglas, ó darle instrucciones contrarias á las que tenga de ante mano. Yá hé dicho que yo no tengo noticias de las que se le tengan comunicadas; y si hé entrado en el detalle de mis conceptos sobre el punto que véo en las suyas de palisas etc., és por que ignorando los ocultos motivos, ó designios de esas medidas, ellas en si me parecen repugnantes á nuestro objeto, y mucho mas á la pureza, integridad, circumspeccion y buena fée, que sin duda alguna deben hacer los caractéres de un Embiado publico.
Vuestra merced se servirá ilustrarme con franqueza sobre estos puntos, comunicandome con la misma quanto estima digno de la Superior consideración de la Junta, por cuyo encargo, como hé dicho al principio debo continuar en la correspondencia de Vuestra merced. Esta ocasion me proporciona la de tener el honor de ofrecerme a Vuestra merced con la mas ingenua voluntad.
Deseo se digne Vuestra merced aceptar mis votos mandando en quanto guste á este su Servidor atento Que Besa Su Mano.
Doctor Manuel Felipe de Molina.

Posdata:
Después de escrita esta se me há prevenido por la Junta signifique a Vuestra merced, que seria mui combeniente se insinuase Vuestra merced con ese Govierno sobre prohibir la extraccion de frutos de esos Payses al Virreynato de Lima, o impedir todo Comercio. Para esto parece que hay causas muy justas por parte de dicho Govierno: Vuestra merced que esta mejor impuesto de ellos sabra hacerlas valer oportuna y diestramente a fin de inclinar al intento el animo de esos Señores; quienes no dejarán de conocer que este será un medio el mas a proposito para recordar a los Limeños de su letargo, y hacerles reflexionar sobre la necesidad en que se hallan de mirar por sí; sostener sus derechos, y uniformarse con el sistema general de las Americas de defender su livertad. Ello es que la privación de los frutos de esos Payses, que no pueden suplir por otra parte, forzosamente les hará sentir la necesidad de nuestras relaciones reciprocas, las que no pudiendo conservarse en la diversidad de sistemas, o Goviernos, les obligarán por fuerza á adoptar nuestros justos principos, etc. Vale.
La Junta ha acordado a Vuestra merced la asignación de cien pesos mensuales como sele avisará por Secretaria

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